viernes, 15 de febrero de 2008

CALIGRAFÍA

CALIGRAFÍA

Etimológicamente caligrafía proviene del griego “cali” –hermoso-  y “grafía” –trazado, dibujo o escritura manual- que en castellano corresponde a  “bella escritura”. La caligrafía se expresa sobre todo mediante la forma y el gesto; eleva el espíritu e ilumina los sentimientos. La caligrafía se revela más próxima a la pintura que a la literatura.

La caligrafía es el arte de formar los signos de una manera expresiva, armoniosa y culta.

La letra, no es, al fin y al cabo, más que un signo abstracto al que se atribuye un contenido fonético. Ante todo, la caligrafía se presenta bajo la forma de una escritura, legible en algunos momentos, pero en otros, completamente indescifrable.



Romana Clásica

La Columna Trajana, erigida en la segunda centuria antes de Cristo, contiene el mejor ejemplo del alfabeto clásico Romano. Estas letras se dibujaron con un pincel en la misma piedra y posteriormente se esculpieron.
El espaciado es muy importante más que en cualquier otra letra; hay un amplio espacio a su alrededor.
Las Romanas mayúsculas requieren años de estudio, son las más perfectas, fuertes y graciosas. Aún en la actualidad permanecen y se sigue tratando de captar su perfección.

Gótica

En cuanto al espacio, estas letras son muy condensadas, difíciles de leer. Alemanes, franceses y españoles fueron algunos de los que hicieron uso de estas letras. Las góticas son atractivas, se preocuparon por justificar el margen derecho. Un borde irregular podría arruinar la sólida apariencia del texto. También se usaron muchas abreviaturas para compensar los márgenes.
En el siglo XII, con el advenimiento de las Góticas  una mayúscula fue alterada para que compartiera características similares con las minúsculas. Las mayúsculas de las Góticas son bastante Unciales, pero transformadas de una forma tal que solo pueden ser Góticas. Estas mayúsculas no se pueden independizar de las minúsculas.





BIBLIOGRAFÍA

  • Claude Mediavilla; Caligrafía, editorial campgráfic; Valencia 2005;
  • Blanchard, Gerard, La Letra, ediciones CEAC, pp49-70.