Una de mis primeras clases de redacción en la FESC, la tome con una excelente profesora; Marina Pérez Vázquez (que en paz descanse). Ella nos dio esta lectura que les resumo a continuación:
(Imagen tomada de la web) |
Bases para una Buena Redacción
Los principios esenciales de una buena redacción, para
hacerla de forma congruente son:
- Recordar al lector.
- Sea concreto, preciso, claro y sencillo.
- Revise.
Recordar
al lector.
El mundo se divide en dos grupos: usted y los otros.
Claridad y sencillez con rectitud y dirección al redactar mantendrá a los otros
a distancia cercana para que puedan observar en su totalidad el contenido
redactado por usted. Redacte no solo como si estuviera escribiendo un diario
personal, redacte como si escribiera un artículo que no solo usted va a leer,
mantenga su mente concentrada en el tema pensando siempre en el lector. Usted,
el tema y el lector forman un triángulo que nunca debe evitar. Esto es
fundamental; tomar en consideración la probable reacción del lector. Un
argumento lógico es que si usted escribe suficientemente bien, tendrá muchos
lectores que merecerán todo el esfuerzo posible. Recuerde al lector siempre que
pueda. El título de un artículo debe significar algo para usted y para el
lector, debe pensarlo para que no desoriente al lector. En igual forma, el
resto del artículo debe escribirlo tanto para usted como para el lector.
Practique una técnica de cara blanda, manteniendo todos los hechos o ideas en
distinto nivel, dándoles distinto énfasis, con indicaciones sobre la
importancia relativa e intentando una secuencia lógica. Use frases cortas que
contengan pocas ideas fuertemente relacionadas entre sí. Evite el uso de la
conjunción Y, ya que no indica causa o efecto, ni distingue entre las ideas
principales y las subordinadas. Procure reemplazar la conjunción Y, en su lugar
coloque PORQUE o “punto y coma”. Si quiere escribir bien utilice “punto y
seguido”.
Esto no es todo, necesita usted desenmascarar las
transiciones del pensamiento. Recurra a palabras de conexión como ADEMÁS, POR
OTRA PARTE, SIN EMBARGO. Usted es capaz de dar señales de cambio de
pensamiento, evite usar COMO QUIERA QUE SEA.
Evite las malas oraciones que comienzan con COMO
QUIERA QUE SEA, porque para el lector, sin idea de lo que sigue, COMO QUIERA
QUE SEA es una expresión muy vaga para ser útil.
Una buena oración comienza con el sujeto o con una
frase especialmente significativa. Nunca utilice el “antecedente oculto” como
son; los pronombres para referirse a un nombre muy lejano, o para uno
francamente subordinado en el pensamiento o en la sintaxis; el pronombre debe
referirse a algo expresado directamente. No realice juegos ofreciendo al lector
como carnada el antecedente equivocado, ya que fácilmente lo pesca.
Al recordar al lector, procure la construcción
paralela, la frase equivalente más sencilla, la cual, al proporcionar el símil,
aclara el sentido de lo escrito. Siempre hay necesidad de citar ejemplos y
casos concretos que orienten la imaginación del lector para comprender las
afirmaciones generales y abstractas. “Cuando el pensamiento es paralelo,
hagamos las oraciones paralelas”.
Sea más sencillo, previsto y consecuente. Evite
escribir “A está relacionado con B”, “Hay una relación entre C y D”, “Entre E y
P existe una relación”. La dificultad del lector disminuirá cuanto más
sencillas sean las oraciones paralelas y el paralelismo se hará más evidente.
En cualquier escrito técnico mencione unos cuantos
detalles, sobre todo los que la mayor parte de lectores necesitan saber. Puesto
que usted tuvo que descubrir esas cosas por el camino difícil, hágalas más
fáciles para el lector. Procure definir símbolos. Siempre especifique las
unidades de los datos que presenta y por supuesto, dé valores numéricos de las
constantes en las fórmulas. Al incluir estas especificaciones, el escrito será
de buen tamaño, nunca los alargue explicando cosas que no necesitan
explicación. Al describir tablas preste atención a los encabezados, no deje que
el lector averigüe el significado de Pr’
o
Sea concreto,
preciso, claro y sencillo
Los valores de una buena redacción son sencillez y
condición. Trate de ser específico, evite la verborrea: excluya las palabras y
oraciones superfluas. Un pensamiento solitario, no debe sugerir al escritor la
verborrea que sirve como pretexto o halo místico por medio del cual glorificar
una idea. No haga uso de nubes de palabras que ocultan los defectos de la
observación y el análisis, ya que por la oscuridad que provoca, distrae la
atención del lector.
No introduzca nombres abstractos en cualquier
instante, diciendo por ejemplo: “la MAGNITUD
DEL MOVIMIENTO en una DIRECCIÓN hacia abajo no es de consideración”.
No haga uso frecuente de las palabras CASO, CARÁCTER, CONDICIÓN PRIMERO y ÚLTIMO, TIPO, TAL, MUY. No abuse de los gerundios, y no
empiece con ellos las oraciones más largas.
En una buena redacción, no se usan con frecuencia los
adjetivos ya que aturden al lector; no deben ser floridos, deben ser exactos.
Ejemplo:
En vez de escribir:
“En tres casos el ingreso de los grupos es inferior al
ingreso medio”
Escriba:
“Tres grupos tienen ingresos inferiores al ingreso
medio”
Revise
Escriba con calma, de preferencia cuando haya
descansado. Hágalo con un plan, escriba los puntos con un orden y no como se le
ocurran. Siempre reescriba o redacte más de una vez el mismo texto. Así el
artículo no será espontáneo y será rico.
Nunca entregue su manuscrito en el momento de terminarlo, revíselo primero.
Reléalo varios días después, lo llevará a correcciones que pueden mejorar el
estilo.
Proporcione su manuscrito a colegas, es una buena
práctica, preste atención a las críticas y comentarios. Más tarde, no resista a
las sugerencias del editor. Debe ser flexible, pueden colaborar a mejorar su
personalidad. El crítico no trata de molestarlo por ningún motivo oculto: hay
siempre una probabilidad grande de mejorar su escrito por lo que no hay que
estar en guardia con él.
SUGERENCIA FINAL PARA UNA BUENA REDACCIÓN
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